MITOS Y LEYENDAS
Sentado en la terraza de su casa del barrio La Concepción, Pérez Chamorro, licenciado en Castellano y Literatura que se retiró del oficio en 2001, relata con voz grave y pausada detalles sobre el tema.
Cuenta, por ejemplo, que la aparición de las brujas toma más fuerza cuando la religión Católica implementó la santa inquisición. "Por medio de la santa inquisición buscaban brujas, quemaban gente y asesinaban a indios. Entonces estas no son más que producto de esta religión y de la mente humana", explica.
La bruja María Pérez
Una de las leyendas más sonadas es la de la bruja María Pérez. Esta, que se convertía por las noches en una puerca parida, atemorizaba a los vecinos del barrio San Juan, pues siempre aparecía en el puente hoy conocido como Agrometal, que debido a esta leyenda, se llamó por muchos años el Puente de la Bruja María Pérez.
Según el profesor Rafael, la historia cuenta que María Pérez se convirtió en bruja para defender al general Eloy González, que se enfrentó en la guerra civil al general Rafael Uribe Uribe.
Así mismo, lo que hoy se conoce como el Cerro La Macarena, en un principio se llamó la Diabla Paría. La gente evitaba transitar por él porque se decía que salía una mujer que tenía 12 hijos, 10 de ellos rubios como el sol y 2 negros como el carbón.
El caballo del otro mundo
Otro fantasma temido en este pueblo es el caballo del otro mundo. Este acabó con los juegos de azar que en la década de los 40 amenazaban con tomarse a Corozal. Los hombres amanecían en el atrio de la iglesia jugando ruleta y dados, iluminados con mechones porque no había luz eléctrica. Un día, el morador Manuel Julián Barrios, azuzado por las esposas desesperadas porque la ruleta les iba a quitar a los maridos, pues ya prácticamente no dormían en la casa, decidió armar un plan para acabar con el sufrimiento de las mujeres.
En Corozal existen muchas leyendas sobre fantasmas y brujas. Es considerado por algunos un pueblo supersticioso.
Cogió una yegua parida de la finca de la familia Vivero en la salida a Los Palmitos y se la llevó, sin su cría, para el barrio Dáger Chdid. Allí la dejó varias horas separada del hijo.
Por la noche, cuando la luna indicaba las 12:00 de la madrugada y en momentos en que los jugadores vibraban con la ruleta, ensilló al animal desesperado por amamantar a su cría, le montó un muñeco vestido de blanco que simulaba un jinete y entre la silla y la piel le puso unas grapas. Le dio tres "varitazos" y el animal salió desbocado por las calles corozaleras.
A su paso por la Iglesia San José, el energúmeno animal relinchaba sin cesar y los despavoridos jugadores, aterrados por lo visto, nunca más volvieron a probar su suerte.
La verdad del aeropuerto Las Brujas
En un pueblo donde los nombres de lugares no son puestos al alzar, el aeropuerto tampoco podía ser la excepción. Pérez Chamorro, relata que en 1937, cuando aterrizó por primera vez un avión en este campo, hubo una discusión entre los sectores influyentes de la época.
Por un lado, unos querían llamarlo Marco Fidel Suárez y otros Enrique Olaya Herrera. Esa discordia la terminó por resolver Patricio Acosta, un vecino del aeropuerto, que sugirió llamarlo Las Brujas con el argumento osado de que esta era tierra de brujas.
Los muñecos
Élver Luis Arrieta, sepulturero del cementerio, dice, sin ruborizarse, que ya perdió la cuenta de los muñecos y alfileres que ha desenterrado. "Mucha gente me busca para que desentierre brujerías en las bóvedas de sus muertos. Lo que más encuentro son muñecos clavados con alfileres. Estos entierros se dan porque en las noches el cementerio queda solo, pues yo salgo a las 6:00 de la tarde", anotó.
Sin embargo, está seguro de que "con la aparición de las armas no han vuelto a salir los aparatos".
Gracias, profesor Perez Ch
ResponderBorrarPor importante aporte a la cultura de mi añoradon terruño
en donde esta la leyenda de la diabla
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